Junio de 2016. Las charcas de la Ribera de la Algaida están totalmente secas y llevan así casi un mes. Las escasisimas lluvias de este año no han sido suficientes como para llenarlas. Incluso en la rambla, el lugar donde más tiempo resiste el agua, tan solo hay polvo y arena. Es un mal año para todos los que allí habitan.
La reproducción no ha sido buena para nadie, incluidos los mosquitos, por supuesto.
Y es que de todos es sabido (o eso creíamos), que los mosquitos necesitan agua para poder completar su ciclo biológico, y si no está presente, simplemente no pueden reproducirse.
Por lo tanto este año no habrá mosquitos en la Ribera de la Algaida. No hay que hacer nada, y más en este caso, pues ya hemos explicado en multitud de ocasiones, que los mosquitos que allí habitan son altamente dependientes de las lluvias. No son los mosquitos que se reproducen en piscinas, balsas, imbornales y sumideros, que son realmente los que atacan en esta época del año.
Aún así, el Ayuntamiento se empecina en fumigar a diario. Este es simplemente un derroche de dinero y una agresión gratuita a nuestro medio natural.