El 18 de enero de 2018 apareció una curiosa marea roja en la playa de Aguadulce, que muchas personas confundieron con un vertido de aguas residuales, creando cierta alarma.

Marea roja

Foto: © Mar Salas.

Pero no, no eran aguas residuales. Tampoco huevos de boquerón o sardina, como tradicionalmente creen los pescadores (de hecho en muchos lugares a este fenómeno le llaman 'ovadas'). Lo cierto es que nos encontramos ante otro tipo de fenómeno natural que trataremos de explicar.

Se trata realmente de una proliferación de varios organismos entre los que destacan las microalgas, pero que sobre todo está compuesta de Noctiluca scintillans, un dinoflagelado heterótrofo (depredador) de distribución cosmopolita, que constituye uno de los componentes más abundantes del plancton.

Estas proliferaciones son típicas del verano, cuando el agua se calienta, siendo raro que ocurran en invierno. Que haya sucedido en tales fechas es achacable, probablemente, a un otoño excesivamente cálido, si bien no se puede descartar también algún fenómeno de eutrofización del agua.

Pero lo más curioso es que durante el día la acumulación de Noctiluca colorea el mar de naranja, pero cuando llega la noche, cualquier vibración o movimiento brusco que perciban les hace desencadenar una reacción química sobre las moléculas de luciferina que tienen en el interior de sus células, generando bioluminiscencia. De ahí su nombre, pues Noctiluca, etimológicamente significa “que brilla en la noche“.

Os dejamos un vídeo grabado en el puerto de Aguadulce.

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