El domingo 19 de marzo pudimos disfrutar de una estupenda jornada de reforestación en el paraje de Prados de Rubio, en pleno corazón de la Sierra de Filabres, para continuar con la renaturalización del bosque forestal existente en esa zona. En esta ocasión la familia de voluntarios creció hasta alcanzar la asombrosa cifra de 82 personas, formada por 50 adultos y 32 menores de edad, la mayor parte de los cuales eran adolescentes pertenecientes al club deportivo El Toyo Basket, que con su vitalidad y alegría inundaron este paraje de energía y nos ayudaron a culminar con éxito esta jornada forestal alcanzando la cifra total de especímenes plantados de 191 plantones de encinas (Quercus ilex), 45 plántulas de jara (Cistus laurifolius) y 50 plántulas de cantueso (Lavandula stoechas).
La jornada de reforestación comenzó con una breve explicación del objetivo que tiene este proyecto: renaturalizar los bosques de pinos plantados en la Sierra de Filabres hace alrededor de 60 años, para poder aumentar la biodiversidad vegetal de estos parajes introduciendo especies vegetales autóctonas producidas a partir de semillas que han sido recolectadas por voluntarios en esta misma sierra y procedentes de ejemplares que han mostrado a lo largo de los años ser resistentes a las inclemencias meteorológicas propias de estos montes, aumentando por tanto la resiliencia de estos bosques frente a incendios forestales y frente a las condiciones ambientales adversas. Todos los nuevos voluntarios que participaron en esta jornada recibieron instrucciones claras de los pasos en a seguir para preparar un buen alcorque, plantar y proteger a cada árbol o arbusto plantado.
En esta jornada fueron aplicadas cuatro medidas de protección en cada alcorque: (1) la preparación de una cama con acículas de pino sobre la superficie del alcorque para proteger a los plantones y a las plántulas de nevadas y heladas propias del mes de abril, (2) la colocación de una cubierta de esquistos planos sobre la capa de acículas para retener la humedad del bulbo, reducir procesos de evaporación y evitar la llegada de pequeños roedores hasta la base del tallo del material plantado, (3) la colocación de un protector de cartón con perforaciones para proteger el material vegetal de la radiación solar intensa incidente en verano y, (4) la colocación diversas de barreras protectoras formadas por ramas de pino amontonadas para impedir que diferentes roedores puedan llegar con facilidad hasta el material plantado.
Finalmente, la jornada culminó con el seguimiento del grupo de encinas que fueron plantadas en esta zona por otros dos grupos de voluntarios en noviembre de 2022 utilizando tres métodos diferentes para la preparación de los alcorques: (A) sin aplicar nada, (B) aplicando hidrogel y, (C) aplicando compost al suelo original a la parcela antes de la plantación de los plantones de encina. Se pudo comprobar que de las 130 encinas que fueron plantadas en noviembre, cinco meses después tan sólo se habría producido la pérdida del 3% (cuatro ejemplares). No hay que olvidar que en esta jornada de plantación de noviembre fueron sembradas 700 bellotas hidratadas en esta zona, que esperamos poder ver germinadas en junio para poder entonces protegerlas de la misma forma que a las encinas plantadas.
Posteriormente, dejamos preparadas en la zona bandejas forestales con 99 encinas (Quercus ilex) y con 15 majuelos (Crataegus monogyna) para la siguiente jornada de reforestación, que tendrá lugar el próximo 24 de marzo con otro grupo de voluntarios muy especial, que estará formado por alumnos del Instituto de Educación Secundaria Alto Almanzora de Tíjola. Y como broche final, pudimos disfrutar del paisaje de este maravilloso entorno almorzando junto al cocón de un antiguo cortijo ubicado este mismo paraje, con muchas ganas e ilusión porque llegue el momento de poder llevar a cabo la siguiente jornada de reforestación.