La Ribera de la Algaida se encuentra situada en una depresión topográfica en la que tienen lugar inundaciones favorecidas por varios factores, como son las marejadas y filtraciones de agua del mar causadas por la permeabilidad freática y marítima característica de la zona, y debidas también a las lluvias. Es lo que podríamos llamar un humedal somero de naturaleza endorreica.
Tiene una superficie aproximada de unas 145 hectáreas, de las que actualmente 60 ha son zonas potencialmente inundables. De éstas, 58 ha son zonas de inundación temporal que se llenan con el agua de lluvia (por lo general de diciembre a mayo), y las otras 2 hectáreas son zonas de agua permanente.
La vegetación es la típica de saladares costeros, estando principalmente compuesta por matorrales de Sarcocornia fruticosa, Arthrocnemum macrostachyum, y Salicornia spp. Se trata de un hábitat escaso catalogado de Interés Comunitario (código 1420), siendo por lo tanto un lugar preferente de obligada conservación.
Son típicos también en la zona los matorrales halonitrófilos (Suaeda, Salsola, Atriplex), y los tarayales (Tamaryx sp.), ocupando estos por lo general las zonas de inundación temporal, mientras que en las zonas de aguas permanentes el carrizo (Phragmites australis) y la enea (Typha dominguensis) representan la vegetación predominante.
Por último, aunque peor representadas debido a las agresiones sufridas, en la zona de playa aparecen plantas típicas de arenales y dunas, entra las que podemos destacar el perejil de mar (Crithmum maritimum), la margarita playera (Asteriscus maritimus) o el jopo de lobo (Cynomorium coccineum), una planta parásita muy escasa e incluida como Vulnerable en el Catalogo Andaluz de Flora y Fauna Amenazada, otra joya a conservar de este espacio natural.