A finales de febrero suele comenzar la reproducción del sapo corredor (Bufo calamita) en las zonas más térmicas de la provincia de Almería. Es el momento que solemos aprovechar para acercarnos con los Serbalillos, y enseñarles los renacuajos y las puestas de huevos de este anfibio.
En esta ocasión fuimos a una rambla cercana a la capital almeriense. El sapo corredor se reproduce muy bien en este tipo de ambientes, pues el rápido desarrollo de sus renacuajos, le permite reproducirse en charcas que apenas duran dos meses con agua.
De hecho, aunque solo habían pasado unos días desde que escucháramos los primeros coros de machos, ya solo vimos algún cordón de huevos, pues la mayor parte se había convertido ya en diminutos renacuajos negros que por miles cubrían el lecho de la rambla.
Como siempre sucede cuando van al campo, los niños se lo pasaron en grande, y de paso aprendieron en vivo y en directo cosas sobre la metamorfosis de los anfibios, sin duda de una manera más ilustrada y directa de lo que podrían aprenderlo en los libros.
Volveremos a visitar a los renacuajos dentro de unas semanas, cuando estén ya grandes y ¡empezando a crecerles las patitas!